Tipología de empresas sociales

La UE define las empresas sociales como "aquellas que tratan de servir a los intereses de la comunidad (objetivos sociales, comunitarios, medioambientales) en contraste con la maximización de beneficios. A menudo tienen un carácter innovador, ya sea a través de los bienes y servicios que ofrecen, o de los métodos de organización o de producción a los que recurren. Frecuentemente dan empleo a los miembros más frágiles de la sociedad (las personas en riesgo de exclusión social).

De este modo contribuyen a la cohesión social, el empleo y la reducción de desigualdades. Como vemos, no es la figura legal la que determina qué es y qué no es una empresa social (existen emprendedores sociales individuales o colectivos, cooperativismo y comunidades de bienes, S.L, S.A, ¡ONGs y Fundaciones aplicando modelos de empresa!). Más allá de las legislaciones autonómicas que, hasta el momento, han venido definiendo qué son y qué no son las empresas sociales, entendidas en exclusiva como empresas de inserción social o centros especiales de empleo, podemos señalar que las empresas sociales se englobarían en algunos de los siguientes puntos:

• Aquellas que, a lo largo de la cadena de valor (ideación, creación, distribución, comercialización, comunicación y gestión post-venta) crean oportunidades laborales o mejora de ingresos a colectivos en riesgo de exclusión social.
  • Es el caso, por ejemplo, de la cooperativa de iniciativa social salmantina Porsiete, que integra dos sectores clave: el reciclaje de aceite vegetal usado y criterios de empleabilidad a favor de colectivos en riesgo de exclusión social, especialmente personas con discapacidad.
    

• Aquellas que promueven el acceso a productos y servicios básicos a los sectores más pobres.
  • Por ejemplo, el caso de Dlight design, que han creado un modelo de lámparas solares domésticas para acercar el acceso a este servicio a las zonas que no cuentan con suministro eléctrico y acabar con los accidentes que se producen por el uso de combustibles (también contaminantes) como el queroseno.
    

• Aquellas que pertenecen a los colectivos más desfavorecidos.
  • Por ejemplo, la apuesta que está haciendo El Arca-Mendoza, un emprendimiento social argentino, a favor de una comercialización justa de los productos interconectando a productores y consumidores, negociando un precio justo y generando valor social para la propia comunidad.
    

• Aquellas que a través de su acción empresarial provocan el cambio organizacional e institucional, modificando políticas públicas, ampliando derechos sociales.
  • Después de la creación del famosísimo Grameen Bank, el banco que utilizó el microcrédito como estrategia para combatir la pobreza, la utilización de empresas sociales como estrategia para la ampliación de derechos ha sido una de sus líneas de desarrollo (en el campo de la telefonía móvil, alimentación, etc) Os dejamos el enlace a la Fundación que aglutina todas sus experiencias empresariales.