Emprendimiento cultural e industria cultural y creativa

A pesar de que podríamos llenar la Biblioteca de Babel con las definiciones de cultura que se han dado a lo largo y ancho de sesudos tratados, ya la UNESCO en un lejano 1982 aprobó la siguiente, que aún tiene vigencia:

Cuando hablamos de emprendimiento cultural, y aun sabiendo que existen múltiples estructuras organizacionales y actividades que promueven el acceso y el fomento de la cultura, nos referimos a la utilización de modelos y herramientas empresariales que tienen como fin la creatividad artística, su impulso o puesta en valor, así como se sirven de la utilización de intangibles como principal materia prima.

La importancia que se le da al matiz "emprendimiento" viene dada por la búsqueda de estrategias que mejoren las condiciones laborales del sector (como han demostrado los Laboratorios de Sostenuto). La realidad práctica del emprendimiento cultural se mueve entre los casos de flexibilidad enriquecedora hasta ejemplos de precariedad extrema y síntomas de auto-explotación, que deben apostar, tanto por la supervivencia económica de los proyectos, como por la aplicación del talento en tareas que le son propias.

Como veremos después, tienen un impacto REAL sobre la generación de riqueza GLOBAL de los territorios.

El emprendimiento cultural incide sobre los siguientes aspectos:

• Generación de riqueza
  • A pesar de tener como materia prima elementos intangibles, los resultados se pueden tocar: el emprendimiento cultural genera a nivel mundial un 3,4% del PIB y un 4% del empleo total, sin tener en cuenta su impacto sobre dos grandes áreas muy vinculadas a él: el turismo y la educación.

• Imagen Territorial
  • Ahora que existe tanta preocupación alrededor de la "marca-país" es preciso poner en valor el papel del emprendimiento cultural como generador de identidad territorial y natural "abre-puertas" en el mercado exterior. Todos conocemos los excesos y los peligros del neocolonialismo cultural y de los efectos que sus dimensiones tienen sobre la demanda de productos y servicios, que termina por repercutir en lo local. Pero la cultura tiene ese poder, no lo olvidemos.

• Derechos de Autor
  • Existen definiciones de emprendimiento cultural y de industria cultural y creativa construídas exclusivamente sobre este punto, "aquellas que entre sus principales outputs generan derechos de autor". El emprendimiento cultural nos obliga a reflexionar sobre la protección de creadores y contenidos, a estar atentos a las desigualdades que se producen en el mercado vinculadas al tamaño empresarial, así como a generar nuevas leyes que caminen a la par que las nuevas formas de consumo cultural. El emprendimiento cultural es la punta de lanza de la innovación tanto social como tecnológica que termina revirtiendo sobre el avance del resto de sectores económicos.

• Innovación Tecnológica
  • Es el sector cultural y artístico, a través de la generación de contenidos el que fuerza la innovación tecnológica. Es necesario poner en valor que es el qué y no el cómo, lo que provoca la modificación de las pautas de consumo, a pesar de que después la retroalimentación permanezca. Es el deseo de acceder a música ilimitada, creada por músicos, grabada, remasterizada, lo que nos mueve a inventar nuevas plataformas de acceso, es el deseo de acceder más fácil a las obras de arte lo que crea galerías virtuales... y un largo etcétera.

• Profundización en el diálogo multicultural
  • A pesar del riesgo que hemos descrito antes, sobre la utilización de grandes y agresivas campañas de marketing aplicadas a bienes y servicios culturales y a los usos y abusos del colonialismo cultural, no es menos cierto que entre los efectos colaterales de la globalización se encuentra, por contrapeso, el refuerzo de la identidad local y la recuperación de las tradiciones culturales, así como la creación de circuitos propios al margen de las grandes estrategias de venta multinacionales. La creación de redes de emprendedores culturales vinculados al contenido de su creación más allá de nacionalidades, así como el enriquecimiento y la comunicación de buenas o nuevas prácticas son comunes.

• Estímulo a la participación social y ciudadana
  • Aunque profundizaremos en este punto en el diálogo entre emprendimiento social y cultural, el emprendimiento desde la cultura tiene hechos diferenciales a tener en cuenta, entre ellos su trabajo en redes, las relaciones personales y el networking como señas de identidad, así como el efecto (directo o colateral) sobre la educación artística y la generación de audiencias en el lugar en el que se asienta. La dimensión en muchas de las empresas culturales del cliente como público, como co-partícipe o co-autor del hecho comercial promueve la creación de espacios participativos y la profundización en la democracia.